Cuando voy a entrenar me transformo. El concepto es que en el gimnasio, o donde sea que entrene, tengo más fuerza. ¡Soy un salvaje y no le tengo miedo a nada! Es la mentalidad que tengo para superar mis límites.

¿Cómo pasé de eso a lesionarme por algo ridículo? Por descuidado debería decir; o tal vez por apurado. En fin… la breve historia a continuación.

Cuando empecé a entrenar hace unos años, era más cauto. Me tomaba las cosas con tranquilidad; de cierto modo tenía miedo a lesionarme por usar demasiado peso quizás, o por no usar técnica perfecta. Creo que fue una excelente manera de iniciar mi vida con las pesas.

Es lo recomendable para quienes están empezando a entrenar en el gimnasio. Esto va para largo; en mi caso es un estilo de vida que durará por décadas. No hay apuro. Lo mejor es usar técnica perfecta, ser metódico en tus entrenamientos, y sentar una base fuerte para crecer.

Una vez que tienes esa base sólida, las cosas cambian. Hay que tener respeto por el peso que manejas, pero el miedo se ha ido totalmente. Ahora mi enfoque es el de convertirme en súper hombre cuando entreno. Luego de cientos de entrenamientos, conozco mi cuerpo. Pongo más peso en la barra sabiendo que lo puedo controlar.

Mi levantamiento de peso muerto máximo actual, está en 170 kilos (374 libras). Es alrededor de 2.3 veces mi peso corporal. Nada mal para alguien que empezó a entrenar en sus treintas, y en una edad en la que la mayoría de la gente empieza a perder fuerza. En mi caso la sigo ganando, entrenando, comiendo bien, y descansando.

No soy el hombre más fuerte del mundo ni mucho menos – no me creo la gran cosa – pero de seguro ahora tengo más confianza. Esa fuerza la he ganado entrenando como guerrero. ¡No hay medias tintas! Por otro lado, no estoy en competencia con nadie, más que con mi versión de ayer.

Así que entro al gym y en mi mente sólo existen el hierro y yo. Soy el amo y señor del peso. Lo tengo en absoluto control, y no permito que pase lo contrario.

Por esta razón es que me parece ridículo que pueda poner 140 kilos de peso en mi espalda sin ningún problema – casi 2 veces mi peso corporal – pero me lesione por una estupidez.

¿Por qué entrenar 100% concentrado?

Jueves 7pm. Planifiqué mi día en función a la rutina extrema de piernas que pensaba hacer. Comí más carbohidratos que de costumbre; es algo que suelo hacer en los días de entrenamientos extremos. Comí mi pre-workout natural antes de entrenar, y me mentalicé para lo que venía.

Entrenar piernas me suele poner nervioso. Es una sensación parecida a la que sentía antes de un partido importante, cuando competía en fútbol o basket. Mucha gente evita entrenar piernas porque es durísimo, sobretodo cuando haces series extremas. Es una buena forma de probar tu fuerza de voluntad.

Inicié con un calentamiento sencillo de sentadillas sólo con peso corporal. No hago cardio para calentar – odio el cardio – sino movimientos del grupo muscular que voy a entrenar. Además, jamás estiro en frío para evitar lesiones.

Llegó el momento del peso. Había dos discos de aproximadamente 7 kilos (15 libras) uno encima de otro. Para ahorrar unos segundos, decidí tomarlos a la vez. Uno de ellos se resbaló y cayó al piso. Como en las películas, lo vi caer en cámara lenta.

El impacto fue en el dedo gordo de mi pie izquierdo. El dolor insoportable. No grité malas palabras, pero maldije al mundo en mi mente. Jajajaja. Tengo buen sentido del humor así que también me reí de mí mismo. Al instante supe que la rutina se había ido al diablo, y de hecho quizás algunas semanas de entrenamiento.

Así que cambié la rutina de piernas por una sesión de Netflix. Hielo por algunas horas para el dolor y la hinchazón. Gel con diclofenaco luego de eso, y a recuperarse se ha dicho.

Al día siguiente no podía caminar bien. El dolor era fuerte. Me costó usar zapatos. Todo por no cargar el peso como se debe. Las cuestiones más triviales pueden tener implicaciones serias; por algo es que la seguridad en el gimnasio es esencial. Siempre la tomo en cuenta, pero fue un buen recordatorio de por qué se debe entrenar 100% concentrado. Desde poner las mancuernas en su lugar, hasta colocar seguridades en los bordes de la barra cuando entrenas con mucho peso, etc. Todo es importante.

Lección aprendida. La lesión pasará y el siguiente día de piernas será como suelo decir: ¡destrucción total!

L.R.

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